Crítica a Freud
Según Freud, temperamento y
carácter no son lo mismo. Dice que el temperamento es de nacimiento y no puede
modificarse y el carácter lo adquirimos y sí podemos modificarlo. Pero ¿cómo
vamos a nacer con algo establecido si al nacer no tenemos ni somos nada? Es
verdad que hay ciertas reacciones o comportamientos que no sabemos de dónde
salen o que no podemos controlarlos, pero ¿eso no sería por culpa del
inconsciente al que tanta importancia da Freud? Siempre he creído que todo lo
que somos y pensamos, por lo tanto también todo lo que hacemos, se puede
cambiar. Igual es porque siempre he querido tener esa libertad de poder cambiar
y no conformarme o limitarme, pero he conocido gente que ha cambiado su forma
de ser y creo que nada que tenga que ver con la personalidad o con la capacidad
de actuar puede ser innato, como mucho podría ser víctima de influencia. Si
tanta importancia tiene el inconsciente en nuestra personalidad, tendría que
influir en nuestro carácter y temperamento. Sin embargo, opto más por la idea
de que inconsciente y consciente tengan un peso más equilibrado en nuestra
personalidad porque si tuviésemos mucho más inconsciente se dejaría ver más que
a través de gestos o lapsus. Es algo que nunca entendí, la inmensa importancia
del inconsciente. Freud también dice que dentro de la personalidad tenemos tres
instancias; el ello el superyo y el yo. Creo que tiene sentido que el yo se
encargue de reprimir las pulsiones del ello en procesos socialmente admisibles,
pero si el yo es la parte realista y racional ¿cómo puede sublimar dos partes
inconscientes? Pienso que el principio del placer sí puede darse, pero no creo
que siempre sea para evitar la tensión. Sin embargo estoy de acuerdo con que en
esos casos el principio del deber actúe.
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