MEMORIA:
 ¿Me puedo fiar de mi memoria? ¿Todo lo que recuerdo es falso? ¿Puedo recordar cosas verdaderas?
 
Cantidad de fracasos intentando recordar cosas de la semana pasada para luego tener recuerdos de cuando era demasiado pequeña como para ser consciente de nada. Siempre he creído que somos lo que recordamos o creemos recordar, que supongo que será lo mismo. Sin embargo, luego me viene un recuerdo que no sé muy bien de dónde ha salido o que incluso puede que me haya medio inventado y no sé si creérmelo o no. Normalmente suelo creérmelo porque lo que pienso o recuerdo es lo único que sé que existe, al menos para mí. Pero ¿y si mi cerebro ha elegido por voluntad propia ese recuerdo porque fue lo que más le llamó la atención o lo que más le gustó? ¿Sería capaz de manipular una vivencia mía? Suelo fiarme más de lo que queda grabado o de lo que se puede sacar pruebas porque me confirma que pasó tal como lo recuerdo, pero hay cosas que no se graban y nadie más vive, y el único instrumento es tu memoria. Después de descubrir la imaginación que tiene mi mente al proyectarse en mis sueños, estoy casi segura de tener falsos recuerdos que sin ser del todo falsos no son del todo verdaderos. Pero estoy más segura aún de que la mayoría de lo que recuerdo fue lo que pasó, al menos desde mi punto de vista y desde mi forma de vivir las cosas. Por eso, tanto los recuerdos no tan verdaderos como los que no tienen nada de falso son los que van construyendo cómo somos, porque sin memoria no podríamos saber quiénes somos.  

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